miércoles, 18 de enero de 2012

Pensamiento

"No nos quedemos en lamentos y en descalificaciones de unos contra otros. Hay que proponer soluciones viables y apoyar a quienes tengan iniciativas solidarias. Visita a un enfermo y consuélale; si puedes, llévale algún recurso o un alimento. Comparte ropa o comida con un migrante, con un desempleado, con un anciano abandonado.
Date tiempo para escuchar a tu cónyuge y a tus hijos, a tus padres y amigos. Preocúpate por los presos, sin condenarlos por su condición moral. Ofrece comprensión a un alcohólico y a un drogadicto; necesitan amor.
Si eres diputado o senador, analiza lo que decides y piensa siempre en el bien del pueblo, no sólo en los intereses personales y de tu partido.
     
Si eres empresario, sé justo con tus trabajadores y comparte tus ganancias con generosidad. Si puedes incidir en la economía internacional, plantea cambios estructurales de justicia y solidaridad.      
Si tu trabajo es impartir justicia, procede con verdad y sin corrupción. 
Si eres gobernante, abre tu corazón a los pobres y excluidos, sin abusar del poder y sin arrogancia."
                                                    *Felipe Arizmendi.
Obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas

jueves, 12 de enero de 2012